miércoles, 12 de junio de 2013

Fue un sueño?

Que sueño...! ! !, Fue un sueño?...

Caminaba por un bosque, ni se la hora, pero mirando la espesura de la vegetación, de pronto veo un árbol que me llama la atención, creí a lo lejos que se trataba de un “Papayo”, árbol del que cuelgan de su tronco sus frutos, La Papaya, fruta fresca y fibrosa de los bosques tropicales, de carne anaranjada y con pequeñas semillas negras, ya mas cerca, me di cuenta de que solo pendía del tronco un solo bulbo recubierto de una delgada tela orgánica que se transparentaba en su interior a un feto en su típica posición, paralizado por el descubrimiento y tratando de entender la situación estuve unos minutos observando sin darme cuenta que detrás de mí, “alguien” estaba observando cual era el próximo paso que yo iba a dar, lentamente me doy vuelta, y veo a “una persona” de unos veticinco o treinta años, con una expresión muy serena que me observaba, no sabía que hacer en ese momento, traté de hablar, pero era tan grande mi asombro que en ese momento no logré articular ni una palabra, este “ser” con una seña de su brazo derecho me señaló un tronco caído como para que me sentara, di dos pasos y me senté aún sin comprender que estaba sucediendo, se sentó a mi lado y me dijo algo que comprendí como -Quien eres? - No sabía como responder ya que solo hablaba mi idioma materno, y dije lentamente mi nombre, -Que buscas?- fue lo próximo que registró mi cerebro sin saber como, Nada -conteste- solo caminaba y me llamó la atención este árbol con ese bulbo tan grande, -Que crees que es?- , escuché esta vez, no se, no puedo describir la extraña sensación que me produjo este árbol con este “fruto”, - Es el árbol de la vida- me dijo, y por mi cara de asombro habrá intuido que no estaba comprendiendo nada, comenzó con un relato que no entraba en mi cabeza, - Mi recolector fue quien me sacó del árbol de la vida hace mucho tiempo, éste árbol se planta cuando quien te cosechó te da la libertad de ir a sembrar tu propio destino y al dejarte ir en tu mano pone una semilla con la que te dice que de ahora en adelante tú seras el recolector de tu propia progenie sabemos que este creador de vida da un fruto por año nuestro y que los cosechadores elegimos los frutos que queramos tener, pueden ser de dos tipos, como nosotros, o con una forma diferente tal cual como lo son ustedes – No entendí como diferenció entre el sexo femenino y el masculino nuestro pero seguí escuchando- , - A diferencia de ustedes no hace falta un cruce entre las dos especies para crear vida, la naturaleza nos da la opción de ser responsables con nuestra vida y la de los demás, cuando al cosechador ya no le quedan fuerzas para seguir sacando vida del árbol, solo le corta el “cogollo” y éste deja de crear, pero como toda vida que deja de crear al tiempo muere, así lo hace el recolector después de dar la última semilla al último cosechado del árbol y éste a su vez al poco tiempo de perder su cogollo se desmorona y cae, como este tronco en el que estamos sentados -

Cerré los ojos unos segundos creo yo, y al abrirlos estaba sentado en un banco de Plaza San Martín con el puño cerrado con tal fuerza que las uñas marcaban la palma de mi mano, al abrir la mano cerrada veo una semilla brillante y en este momento esta en una cajita de terciopelo roja, como la de los anillos, sobre el escritorio, al lado de la foto de mi mujer, no cambiaría nunca la experiencia de un cruce de géneros por saber que saldría si planto la semilla.

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