jueves, 30 de mayo de 2013

jueves, 2 de mayo de 2013


El Suicidio


Esteban era gerente de una inmobiliaria en Belgrano R, a pesar de sus veintitrés años había hecho carrera en la empresa en la que trabajaba desde los diez y siete, comenzó como mensajero entre notarías y bancos y a veces lo mandaban a mostrar alguna propiedad que estaba a la venta.

Definitivamente el tipo en cuanto comenzó a manejar su plata se preocupaba de su buena presencia en el vestir y el cuidado corporal, era la envidia de los muchachos que siempre estábamos juntos en salidas nocturnas en discotecas o boliches de moda.

En días previos a su casamiento organizamos la despedida correspondiente, reservación en  zona VIP de un local en Las Cañitas -muy de moda por ese tiempo- y como sorpresa le llevaríamos a un travesti para que nos amenizara el rato.

Llegado el día de la despedida , Esteban estaba mas contento que nunca, ese día estrenaba el tan ansiado 0km que tanto le costó adquirir,pasa que era muy bueno en la venta de casas , aunque también con los departamentos, pero con las casas llegó a ser el vendedor estrella con el que se ganó el puesto de Gerente.

La táctica usada para la venta solo en las casas era la siguiente; avisaba a la señora que estuviera en la casa la hora de visita con el futuro comprador, pero una hora antes pasaba y le dejaba una caja de mezcla para tortas para que la prepara y la tuviera en el horno como quien no quiere la cosa cuando llegaran a la visita del inmueble, la función que cumplía esta operación culinaria era la de presentar una casa con aroma a hogar confortable y acogedor, cosa que los visitantes casi siempre en pareja matrimonial quedaban encantados con la sensación que brindaba la propiedad, pocas veces tubo que gastar dos cajas de mezcla para tortas.

Estábamos reunidos ya en el VIP y dos de nuestros amigos fueron hacia Palermo a buscar la “sorpresa” , transcurría muy alegre la noche y a eso de las dos de la mañana llega la sorpresa en el momento que Esteban estaba en la barra ordenando unos tragos mas, al regresar a la ronda de amigos se encuentra con la presencia de un travesti que al instante reconoció, pero sin explicación alguna tubo una arcada muy evidente que le produjo ese descubrimiento y se retiró del lugar de inmediato.

Desde esa noche no supimos mas nada de Esteban, de mas está decir que no hubo casamiento ni nada, pero el destino tiene recovecos que son imposible de explicar, en aquella época mi hermano menor tenía diez y seis años, con pinta de come libros y anteojos gruesos, de cabello corto como de secundaria exigente, pero hoy ya con diez y ocho y estrenando pasaporte estaba viajando de mochileros con tres amigos de la secundaria, con cabello largo y lentes de contacto,-como viaje de egresados- diferente al resto de sus compañeros de curso.por Sudamérica teniendo como llegada a Colombia y regreso.

Una tarde de domingo recibo una llamada por cobrar desde Ecuador, mi hermano me pide que que me conecte a Internet que tiene noticias y corta.
Demás está decir que en el acto prendí la computadora y entra una llamada por skype de él que me tiene una noticia bomba...

Comenzó el relato diciendo que estaban en Guayaquil, ciudad portuaria de Ecuador y que estaban todos bien para tranquilidad de las familias y que llevaban tres días en un hostel barato de la zona pero la noticia viene cuando me empieza a relatar el regreso de las caminatas para recorrer la ciudad y los lugares turísticos.

En un asadero -que seria una parrilla nuestra- vio en la parrilla a Esteban, asando pollos y carnes, en el cartel del negocio decía “Asadero GUAYAQUIL y en la parrilla EL CHE “ la palabra che estaba pintada en celeste y blanco como la bandera y en un agregado colgante un cartelito mas pequeño que escrito: CHORIPAN.

Me cuenta Jorge ,-que es el nombre de mi hermano menor- que Esteban no lo reconoció y su presencia era de delantal blanco y con barba de cinco días bien recortada.
En los días que llevaban en la ciudad todas las noches terminaban el recorrido en el asadero “ atendido por su dueño” y probaban cada día una cerveza distinta,desde Peruana, Ecuatoriana y Colombiana.
A veces se quedaban charlando con el dueño ya que casi eran los últimos clientes del día. Y entre charla va y charla viene salió la conversación del parrillero ; Hombre muy callado y trabajador -dijo el dueño- pero a veces le daba por tomarse alguna cerveza de más como en un fin de semana de hacia unos meses que se las tomo todas...-se rió- y con cara un poco mas triste nos contó lo que el alcohol le hizo aflojar de sus recuerdos y como lloró por un rato largo.

Nos dijo que la historia en un principio no le pareció creíble, pero al verlo llorar como lo hacía terminó creyendo en ese relato, Una noche -cuenta- comenzó a hablar de una despedida de soltero en un bar y que los amigos habían traído para festejar y divertirse a un trasnsexual al que reconoció inmediatamente como a su padre, salió disparado -dice- en su casa agarró un bolso con un poco de ropa , la plata que tenía para el casamiento y en la terminal de transporte tomó el primer micro que salía, llegó a Jujuy y continuó viaje por Perú sin poder dormir, en otro micro que tomo en la frontera con Ecuador durmió todo el trayecto hasta que lo despertaron aquí, en Guayaquil, se hospedó unos días en un hotel y salió a buscar trabajo, y como estaba sin asador lo conchabé.

Hasta aquí el relato del dueño de el asadero, mi hermano Jorge era el único de los amigos que conocía la historia de la noche de despedida de soltero y del suicidio del padre de Esteban